¿Muy joven para una empresa?

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Hace diez años contratar a jóvenes de entre 25 y 27 años de edad, era casi imposible. Las empresas daban preferencia a las personas de mayor edad porque se pensaba que era más eficiente contratar perfiles de entre 30 y 50 años con trayectoria laboral que redujeran la curva de aprendizaje. En la actualidad, los equipos de trabajo son muy diversos y encontramos mucho talento joven compartiendo responsabilidades con personas más adultas; a eso se le llama espacios intergeneracionales y hablaremos de su importancia para el crecimiento empresarial.

Beneficios de aperturar espacios intergeneracionales en el trabajo

Más allá de la imagen negativa que estaban generando las empresas que rechazaban talento de edad joven (menores de 30 años) o de edad adulta (entre los 45 y 50 años), los nuevos departamentos de recursos humanos comenzaron a ver las ventajas que tenía para sus empresas contratar personal con diferencias de edades. Entre ellas se encuentran:

1. Flexibilidad y adaptación en equipos de trabajo

Las nuevas generaciones, al estar más habituadas a la tecnología, cuentan con una mayor flexibilidad y adaptabilidad para trabajar en espacios físicos o trabajar a distancia. Las personas adultas al interactuar con generaciones más jóvenes se integran a esa dinámica de trabajo y se permean de esa flexibilidad demostrando mayor apertura.

2. Intercambio de conocimientos

Las generaciones adultas poseen mayor experiencia laboral y pueden enseñar a sus compañeros estrategias que han desarrollado con el tiempo. Por su parte, los jóvenes recaban esa experiencia y la combinan con la tecnología que conocen, de este modo generan nuevas formas de organizar, automatizar y dividir el trabajo.

3. Madurez, estabilidad y autoaprendizaje

Las generaciones adultas comparten con sus compañeros jóvenes una visión madura respecto a cómo recibir el feedback, a percibir retos y oportunidades. Es importante resaltar que las personas adultas tienen una visión diferente sobre la estabilidad laboral y la permanencia en el trabajo respecto a las nuevas generaciones, motivándolas a crear una línea de carrera dentro de la empresa. Por su parte los jóvenes comparten, impulsan y permean la cultura del autoaprendizaje para no caer en una zona de confort.

4. Fuera estereotipos

Los espacios intergeneracionales facilitan el intercambio de estilos de vida, culturas, pensamientos y opiniones; por lo que todos los integrantes de la empresa aprenden a ser más empáticos y eliminar estereotipos.

Como puedes darte cuenta, permitir que se integren y convivan diferentes generaciones aporta muchos beneficios para el crecimiento de tu empresa. Esto no quiere decir que necesariamente la integración tenga que realizarse de manera rápida. Para impulsar y acortar los tiempos de este proceso, puedes recurrir a técnicas y estrategias de integración para comunicación interna; pero eso lo conversaremos en otro post.